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sábado, 27 de septiembre de 2014

La imaginación y el conocimiento

Imaginación
¿Qué papel desempeña la imaginación en la producción de conocimiento sobre el mundo real? ¿Puede la imaginación revelar verdades que la realidad oculta? ¿De qué manera ayuda la imaginación a comprender a otras personas?
La imaginación se define con frecuencia como la capacidad de formar una representación mental de algo, sin el estímulo de una experiencia sensorial. Tradicionalmente, la imaginación ha estado asociada con las imágenes y con la construcción de una imagen mental de alguna cosa. Sin embargo, más recientemente el interés en la imaginación se ha centrado también en la exploración de la imaginación proposicional, o “imaginar que”. Las enfermedades que pueden afectar la imaginación, tales como el autismo grave, o los trastornos que ocasionan delirios, tales como la esquizofrenia grave, subrayan su importancia y su poder.
La imaginación se entiende a veces en un sentido más amplio como algo asociado con la creatividad, la resolución de problemas y la originalidad. En este caso, puede tratarse de establecer vínculos entre ideas que de otro modo no estarían conectadas, a fin de resolver problemas. Esto puede ser útil para la elaboración de modelos o la creación de teorías en las ciencias, y para resolver problemas estructurales en las artes. No obstante, a veces también se desconfía de la imaginación, en parte porque se la ve como algo derivado en la mente del individuo, y por lo tanto algo subjetivo. A veces, la imaginación también se asocia con el razonamiento que lleva imaginar otras realidades, es decir, imaginar “qué ocurriría si…” o “qué hubiera ocurrido si…”.
La imaginación a veces se asocia también con la posibilidad, ya que se puede argumentar que solo podemos imaginar aquellas cosas que son posibles. De este modo, hay quienes entienden la imaginación como algo que proporciona pruebas de lo que es o no es posible. En la vida cotidiana, la imaginación tiene un papel especialmente protagónico en el entretenimiento, por ejemplo los programas de televisión o películas de ficción. No obstante, se puede argumentar que la imaginación también desempeña un papel más profundo, por ejemplo en la educación moral, en el desarrollo de la empatía o al proporcionar oportunidades para la expresión personal y una mejor comprensión de uno mismo.

Imaginación: "Moebius" - La Película

domingo, 21 de septiembre de 2014

La ética de Kant. Fragmentos

     Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785) – Fragmentos


Todo el mundo ha de confesar que una ley para valer moralmente, esto es, como fundamento de una obligación, tiene que llevar consigo una necesidad absoluta; (...) que por tanto el fundamento de la obligación no debe buscarse en la naturaleza del hombre o en las circunstancias del universo en que el hombre está puesto, sino a priori exclusivamente en conceptos de la razón pura, y que cualquier otro precepto que se funde en principios de la mera experiencia, incluso en preceptos que, siendo universales en ciertos respectos, se asiente en fundamentos empíricos, aunque no fuese más que en una mínima parte, acaso tan sólo por un motivo de determinación podrá llamarse una regla práctica, pero nunca una ley moral.

Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Prólogo, pp. 18-19.

Ni en el mundo, si, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad. El entendimiento, el gracejo, el Juicio, o como quieran llamarse los talentos del espíritu; el valor, la decisión, la perseverancia en los propósitos, como cualidades del temperamento son, sin duda, en muchos respectos, buenos y deseable; pero también pueden llegar a ser extraordinariamente malos y dañinos sin la voluntad que ha de hacer uso de estos dones de la naturaleza, y cuya peculiar constitución se llama por eso carácter, no es buena. (...) La buena voluntad no es buena por lo que efectúe o realice, no es buena por su adecuación para alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto; es buena sólo por el querer, es buena en sí misma... Aún cuando, por particulares enconos del azar o por mezquindad de una naturaleza madrastra, le faltase por completo a esa voluntad la facultad de sacar adelante su propósito; si, a pesar de sus mayores esfuerzos, no pudiera llevar a cabo nada y sólo quedase la buena voluntad –no desde luego como un mero deseo, sino como el acopio de todos los medios que están en nuestro poder-, sería esa buena voluntad como una joya brillante por sí mismo, como algo que en sí mismo posee su pleno valor...

 Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Capítulo I, pp. 27-9.

Por tanto, no es otra cosa, sino sólo la representación de la ley en sí misma –la cual desde luego no se encuentra más que en el ser racional-, en cuanto que ella y no el efecto esperado es el fundamento determinante de la voluntad, puede constituir ese bien tan excelente que llamamos bien moral, el cual está presente ya en la persona misma que obra según esa ley, y que no es lícito esperar de ningún efecto de la acción. Pero¿Cuál puede ser esa ley cuya representación, aún sin referirnos al efecto que se espera de ella, tiene que determinar la voluntad, para que ésta pueda llamarse buena en absoluto y sin restricción alguna? Como he sustraído la voluntad a todos los afanes que pudieran apartarla del cumplimiento de una ley, no queda nada más que la universal legalidad de las acciones en general –que debe ser el único principio de la voluntad-; es decir, yo no debo obrar nunca más que de modo que pueda querer que mi máxima deba convertirse en ley universal. Aquí es la mera legalidad en general –sin poner por fundamento ninguna ley determinada a ciertas acciones- que le sirve de principio a la voluntad, y tiene que servirle de principio si el deber no ha de ser por doquiera una vana ilusión y un concepto quimérico; y con todo esto concuerda perfectamente la razón vulgar de los hombres en sus juicios prácticos, y el principio citado no se parta nunca de sus ojos.

 Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Capítulo I, 39-41.

 

Imperativo categórico



“OBRA SÓLO SEGÚN UNA MÁXIMA TAL QUE PUEDA QUERER AL MISMO TIEMPO QUE SE TORNE LEY UNIVERSAL”
Sólo obramos moralmente cuando queremos que el principio de nuestro querer se convierta en ley válida para todos

La ética de Kant

Immanuel Kant 1724-1804

·        Toma ideas desde el escepticismo de David Hume (1711-1776), en relación a la crítica que realiza de la metafísica, aunque no va a admitir del todo sus planteamientos escépticos.
·        En la “Disertación de 1770, Sobre la forma y los principios del mundo sensible e inteligible”, comienza una distinción entre el conocimiento sensible y el conocimiento inteligible.
 







El conocimiento no queda limitado a la experiencia, sino que se debe reconocer un conocimiento metafísico que debe justificarse. AQUÍ COMIENZA LA FILOSOFÍA TRASCENDENTAL.

·        El sujeto es el que impone las condiciones subjetivas para que las cosas sean conocidas y pensadas. Se impone a la materia del conocimiento la manera de conocer y representarnos las cosas. SUJETO TRASCENDENTAL.

 




CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA (1781) (1787)
Investigación de la crítica a  la razón humana

·        Kant dice que para entender a la experiencia es necesario tener conocimientos a priori, es decir, que no provengan de la misma experiencia. Los objetos están regidos entonces por leyes impuestas por el entendimiento humano. SOLO CONOCEMOS A PRIORI DE LAS COSAS LO QUE NOSOTROS MISMOS PONEMOS EN ELLAS.





CONOCIMIENTO DE OBJETOS
 


SENSIBILIDAD   +   ENTENDIMIENTO

·        “INTUICIONES SIN CONCEPTOS SON CIEGAS, CONCEPTOS SIN INTUICIONES SON VACÍOS”


FILOSOFÍA PRÁCTICA

·        El hombre tiene una disposición natural a la metafísica, ya que es un ser dotado de razón. Es ambigua la posición kantiana respecto de la metafísica, ya que sostiene que no conocemos la cosa en sí, lo absoluto, sino sólo el mundo de los fenómenos.

·        KANT BUSCA UNA SOLUCIÓN NO EN EL PLANO DE LA RAZÓN TEÓRICA, SINO EN CAMPO MORAL : EN LA RAZÓN PRÁCTICA, QUE SE OCUPA DE LAS ACCIONES DEL HOMBRE. Aquí dice que podemos encontrar el único contacto que puede tener el hombre con algo absoluto.
 





Este contacto con lo absoluto se da en la CONCIENCIA MORAL, ES LA CONCIENCIA DEL DEBER, LA CONCIENCIA QUE MANDA DE MODO ABSOLUTO, QUE ORDENA DE MODO INCONDICIONADO.

 





La conciencia moral es la conciencia de una exigencia absoluta. La conciencia moral es el reino del DEBER SER.
 




En la conciencia moral aparece un imperativo que manda de modo incondicionado, “categórico”. Estos imperativos morales para Kant son INCONDICIONADOS.

La Buena Voluntad

“Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda ser considerado bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad”

·        La buena voluntad no es buena por lo que efectúe, sino que es buena en sí misma, independiente de lo realizado.

·        El deber no es más que la buena voluntad. Pero ésta se manifiesta en tensión con las inclinaciones del ser humano: como sabemos, en el hombre conviven el mundo sensible y el mundo inteligible.  EN LA MEDIDA EN QUE EXISTA ESTE CONFLICTO ENTRE LA RAZÓN Y LAS INCLINACIONES, LA BUENA VOLUNTAD SE LLAMA DEBER.
 




El deber no tendría sentido con una voluntad santa, a prueba  de inclinaciones. En ese caso el querer coincide con la ley, y el deber desaparece.


Se distinguen el hombre 4 tipos de actos:

·        Acto contrario al deber: alguien se ahoga, tengo los medios para salvarlo, pero le debo dinero, por lo tanto no lo salvo y se ahoga. ESTE ES UN ACTO MORALMENTE MALO, CONTRARIO AL DEBER.

·        Acto de acuerdo al deber, por inclinación mediata: alguien se ahoga, tengo los medios para salvarlo, pero me debe dinero, por lo tanto lo salvo. ES UN ACTO DE ACUERDO AL DEBER, POR INCLINACIÓN MEDIATA. LO SALVO PORQUE ES UN MEDIO PARA RECUPERAR MI DINERO.

·        Acto de acuerdo al deber, por inclinación inmediata: Alguien a quien amo se está ahogando, entonces me dispongo a salvarla. ES UN ACTO POR INCLINACIÓN, DE ACUERDO AL DEBER, PERO POR INCLINACIÓN INMEDIATA, YA QUE ES ESA PERSONA COMO TAL, Y NO COMO MEDIO, LO QUE DESEO SALVAR.


·        Acto por deber: alguien se ahoga, no lo conozco, ni lo amo, es más, es mi peor enemigo. Pero el deber me dice que debo salvarlo. DOBLEGO MI INCLINACIÓN Y POR DEBER ME ESFUERZO EN SALVARLO.

 





ESTE ÚLTIMO ACTO ES EL QUE KANT CONSIDERA COMO UN ACTO MORALMENTE BUENO, NO HECHO POR INCLINACIÓN, SINMO POR LO QUE EL DEBER MANDA.