EE.UU. pide garantías sobre la exportación de tecnología nuclear
CLARÍN, 25/08/2006 , por Daniel Santoro
Estados Unidos pidió ayer al Gobierno que "se asegure" que la decisión que tomó esta semana de reiniciar la
producción de uranio enriquecido —suspendida desde los ochenta— no contribuya a transferir esa tecnología a
terceros países, en una alusión implícita a Venezuela. El comentario de la administración de George Bush es una
respuesta a una pregunta de Clarín, pero se conoció 24 horas después de que el Gobierno anunció el relanzamiento del
plan nuclear en una acto realizado en la Casa de Gobierno que encabezó el presidente Néstor Kirchner.
Uno de los puntos del plan, además de terminar la planta nucleoeléctrica de Atucha II, es reactivar el programa de
enriquecimiento de uranio. Esta es una tecnología dual, es decir se puede usar para producir energía eléctrica, como
quiere el Gobierno, pero también para producir una bomba atómica como EE.UU. sospecha que está haciendo Irán. Una
fuente de la embajada enfatizó a Clarín que "Argentina no es Irán".
La Argentina dominó en 1983 la tecnología de enriquecimiento de uranio en la planta secreta de Pilcaniyeu, ubicada a
pocos kilómetros de Bariloche, y es uno de los diez países que conquistaron este desarrollo tecnológico. Ante la pregunta
de este diario, la vocera de la Embajada de EE.UU. Mara Tekach, también destacó que la planta de Pilcaniyeu está
"dentro del contexto de la política de EE.UU. opuesta a la diseminación de tecnología de enriquecimiento".
Consultada por Clarín, la directora de Asuntos Nucleares de la Cancillería, Elsa Kelly, dijo ayer que "EE.UU. puede
quedarse muy tranquilo. La vocación política argentina siempre ha sido la de respetar los principios de no
proliferación".
En el acto del miércoles, el ministro de Planificación, Julio De Vido, se llevó los aplausos más fuertes cuando anunció la
reactivación de Pilcaniyeu y dijo que para que "el proceso bilateral con Brasil en el área nuclear tenga profundidad y
sentido estratégico, resulta indispensable que la Argentina restablezca sus capacidades como la del enriquecimiento de
uranio". Brasil también mantiene un programa de enriquecimiento de uranio.
. De Vido subrayó que "toda exportación nuclear que realice el país requiere como requisito previo que el Estado
receptor haya suscripto los mismos acuerdos a los que aludíamos", y siempre en el marco de una política de uso
pacífico.
Este es el punto que preocuparía a EE.UU. que apoya la exportación de reactores de investigación como hizo INVAP a
Australia, pero no quiere ningún tipo de transferencia de la tecnología de enriquecimiento de uranio.
En el lenguaje diplomático la nota de EE.UU. puede ser interpretada como un mensaje para las intenciones del
presidente de Venezuela Hugo Chávez. El año pasado Chávez pidió comprar a la Argentina un reactor de baja potencia
Carem, en el marco de una estrecha relación política y económica con Kirchner.
La respuesta norteamericana de ayer elogia la decisión de la Argentina, adoptada por el ex presidente Raúl Alfonsín en
1987 junto a su colega brasileño José Sarney, de renunciar voluntariamente a la construcción de una bomba
atómica y todos los compromisos internacionales asumidos luego como la ratificación del Tratado de Tlatelolco —que
crea en América latina una zona libre de armas nucleares— y la firma del Tratado de No Proliferación.
1. ¿Qué opinión te merece que un país extranjero no permita desarrollar una cuestión
científica en nuestro país? Explicar y fundamentar
2. ¿Cómo se relaciona lo que trata el artículo con el texto de José Ingenieros, y la
necesidad de enfrentar a las potencias para mantener la soberanía?
3. ¿Qué relación pensás que existe entre la globalización y los condicionamientos que
realiza EEUU, por ejemplo, con el caso argentino y la producción de energía nuclear?
¿Cómo podríamos evitar estas situaciones de presión?
Nota: Cada respuesta deberá tener una extensión de al menos 20 líneas