Etiquetas

jueves, 9 de marzo de 2017

Energía nuclear, globalización y ética

EE.UU. pide garantías sobre la exportación de tecnología nuclear
                                                 CLARÍN, 25/08/2006 , por Daniel Santoro


Estados Unidos pidió ayer al Gobierno que "se asegure" que la decisión que tomó esta semana de reiniciar la
producción de uranio enriquecido —suspendida desde los ochenta— no contribuya a transferir esa tecnología a
terceros países, en una alusión implícita a Venezuela. El comentario de la administración de George Bush es una
respuesta a una pregunta de Clarín, pero se conoció 24 horas después de que el Gobierno anunció el relanzamiento del
plan nuclear en una acto realizado en la Casa de Gobierno que encabezó el presidente Néstor Kirchner.
Uno de los puntos del plan, además de terminar la planta nucleoeléctrica de Atucha II, es reactivar el programa de
enriquecimiento de uranio. Esta es una tecnología dual, es decir se puede usar para producir energía eléctrica, como
quiere el Gobierno, pero también para producir una bomba atómica como EE.UU. sospecha que está haciendo Irán. Una
fuente de la embajada enfatizó a Clarín que "Argentina no es Irán".
La Argentina dominó en 1983 la tecnología de enriquecimiento de uranio en la planta secreta de Pilcaniyeu, ubicada a
pocos kilómetros de Bariloche, y es uno de los diez países que conquistaron este desarrollo tecnológico. Ante la pregunta
de este diario, la vocera de la Embajada de EE.UU. Mara Tekach, también destacó que la planta de Pilcaniyeu está
"dentro del contexto de la política de EE.UU. opuesta a la diseminación de tecnología de enriquecimiento".
Consultada por Clarín, la directora de Asuntos Nucleares de la Cancillería, Elsa Kelly, dijo ayer que "EE.UU. puede
quedarse muy tranquilo. La vocación política argentina siempre ha sido la de respetar los principios de no
proliferación".
En el acto del miércoles, el ministro de Planificación, Julio De Vido, se llevó los aplausos más fuertes cuando anunció la
reactivación de Pilcaniyeu y dijo que para que "el proceso bilateral con Brasil en el área nuclear tenga profundidad y
sentido estratégico, resulta indispensable que la Argentina restablezca sus capacidades como la del enriquecimiento de
uranio". Brasil también mantiene un programa de enriquecimiento de uranio.
. De Vido subrayó que "toda exportación nuclear que realice el país requiere como requisito previo que el Estado
receptor haya suscripto los mismos acuerdos a los que aludíamos", y siempre en el marco de una política de uso
pacífico.
Este es el punto que preocuparía a EE.UU. que apoya la exportación de reactores de investigación como hizo INVAP a
Australia, pero no quiere ningún tipo de transferencia de la tecnología de enriquecimiento de uranio.
En el lenguaje diplomático la nota de EE.UU. puede ser interpretada como un mensaje para las intenciones del
presidente de Venezuela Hugo Chávez. El año pasado Chávez pidió comprar a la Argentina un reactor de baja potencia
Carem, en el marco de una estrecha relación política y económica con Kirchner.
La respuesta norteamericana de ayer elogia la decisión de la Argentina, adoptada por el ex presidente Raúl Alfonsín en
1987 junto a su colega brasileño José Sarney, de renunciar voluntariamente a la construcción de una bomba
atómica y todos los compromisos internacionales asumidos luego como la ratificación del Tratado de Tlatelolco —que
crea en América latina una zona libre de armas nucleares— y la firma del Tratado de No Proliferación.



1. ¿Qué opinión te merece que un país extranjero no permita desarrollar una cuestión
científica en nuestro país? Explicar y fundamentar
2. ¿Cómo se relaciona lo que trata el artículo con el texto de José Ingenieros, y la
necesidad de enfrentar a las potencias para mantener la soberanía?
3. ¿Qué relación pensás que existe entre la globalización y los condicionamientos que
realiza EEUU, por ejemplo, con el caso argentino y la producción de energía nuclear?
¿Cómo podríamos evitar estas situaciones de presión?
Nota: Cada respuesta deberá tener una extensión de al menos 20 líneas

Bertrand Russell: lo Bueno


Bertrand Russell: Lo Bueno

Bien y mal, en el sentido en que se entienden aquí estas palabras (que es, me parece, su sentido corriente), son ideas que todo el mundo, o casi todo el mundo, posee. [...]
Para explicar lo que entendemos por bien y mal, podemos decir que un objeto es bueno cuando por sí mismo debe existir, y malo cuando por sí mismo debe no existir. Si está en nuestro poder hacer que algo exista o no exista, debemos tratar de hacerlo existir si es bueno y no existir si es malo. Cuando algo es bueno, lo apropiado es que con su existencia experimentemos placer. Cuando algo es malo, lo apropiado es que con su existencia experimentemos dolor.
Debe subrayarse una consecuencia muy importante de la indefinibilidad de bueno, y es que el conocimiento de las cosas que existen, han existido o existirán no puede arrojar ninguna luz sobre la cuestión de qué cosas son buenas. En la medida en que la lógica lo permita, puede haber alguna proposición general que diga que «todo lo que existe es bueno», o «todo lo que existe es malo», o «lo que existirá será mejor (o peor) que lo que existe». Pero semejantes proposiciones generales no pueden ser probadas considerando el significado de «bueno», y tampoco se puede llegar empíricamente, a partir de la experiencia, a tales proposiciones generales, dado que no conocemos el conjunto de todo lo que existe, ni de lo que ha existido o existirá. Por consiguiente, no podemos llegar a una proposición general semejante, a menos que se tratara de una proposición evidente por sí misma o que derivara de alguna proposición de este género, la cual (para justificar su consecuencia) habría de tener el mismo carácter de generalidad. Pero de hecho no hay, en lo que he podido descubrir hasta aquí, una proposición evidente por sí misma acerca de la bondad o maldad de todo lo que existe, ha existido o existirá. De ahí se sigue que del hecho de que el mundo existente sea de tal o cual naturaleza no puede inferirse nada acerca de qué cosas sean buenas o malas.
________________________________________
Bertrand Russell: Lo Bueno, en Ensayos filosóficos, Alianza, Madrid 1991, p.14-24.


  1. ¿Por qué no puede definirse “lo bueno”? ¿Es sólo un término sin sentido?
  2. ¿Crees que existen cosas buenas en sí mismas, y otras que no lo son?
  3. ¿Depende de las cosas la bondad o maldad de las mismas, o es relativo a quién las experimenta?